Madriz: Cosas nuevas, look añejo

Hace unos años, David Lynch dirigió una campaña para una marca de coches en la que mezclaba palabras viejas para crear nuevos conceptos. Recuerdo especialmente esos labios azules que susurraban: “moderno… retro… Modtro”. Y si, lo “modtro” ya está aquí, es real, ya que cada vez proliferan más los cacharros retro aplicables a nuestros dispositivos siempre a la última.

 

Para empezar, están esos accesorios para el teléfono móvil que sirven para tapar tanta modernidad mediante estéticas viejas. Desde las carcasas cassette hasta los sencillos filtros fisheye para iPhone, ahora podemos convertir nuestro artilugio más contemporáneo en algo de apariencia antigua y molona. Y no solo para decorar o hacer fotos. Incluso para hablar se ha puesto de moda lo antiguo. Desde que vimos a Carmen Lomana hablando con su móvil enchufado a un auricular de teléfono clásico no hemos vuelto a ser los mismos. Se trata del Pop Phone, un gadget algo aparatoso por su tamaño pero bien pintón que se enchufa en el móvil y que permite hablar (para quien todavía use su teléfono para hablar) mientras cacharreas con tus apps. Para las carcasas, sobre todo para iPhone, hay muchas opciones: desde mandos de la mítica consola NES de Nintendo o la icónicaGame Boy hasta otras más sofisticadas que convierten un smartphone en una bonita pieza tallada en madera.

 

En cuanto a la imagen, una de las marcas pioneras en recuperar el espíritu retro de las fotografías esLomography, que con sus cámaras y sus tiendas-embajada se metió en el bolsillo a nostálgicos, amantes de las rarezas y hipsters por igual. Ahora da un paso más allá y lanza LomoKino, una cámara de cine de 35mm que da unos resultados alucinantes, de acabado analógico pero perfecto para colgar en Vimeo. Lo dicho: sabor añejo, resultados modernos.

 

Otro clásico de la fotografía, Polaroid, ha sabido reinventarse tras el tropezón que supuso su intento de jubilar para siempre sus míticos carretes instantáneos. Aquello quedó en anécdota (miles, millones de fans reclamando la vuelta de las fotos cuadradas de colores gastados), y ahora la compañía mantiene su esencia con la gama Instant, cámaras digitales con impresora incorporada. O lo que es lo mismo, sacar Polaroids con la posibilidad de saber cómo van a quedar antes de imprimirlas. Y en tamaño de bolsillo.

 

Y siguiendo con las cámaras, el último grito es la versión real de Instagram. El llamado nuevo Fotolog ha causado furor por su sencillez y su facilidad a la hora de compartir en otras redes sociales, y no ha tardado en tener su versión off: con esta cámara, que tiene impresora, puedes sacar tus propias “instagrams” con los filtros disponibles en la red social, añadir un comentario e imprimirlas en papel adhesivo, haciendo de la experiencia en el móvil algo tangible. De momento no está a la venta, es un prototipo del estudio italiano ADR, que pidió financiación via crowdfunding para fabricar el aparato pero la falta de garantías en el resultado final acabó por truncar el proyecto. Pero la semilla ya está plantada, y ahora que Instagram pertenece a Facebook no debería tardar en llegar. Aparte, también hay un prototipo de gafas Instagram, pero esto ya huele más a ciencia ficción que una teleserie de Anita Obregón.

 

Pero no todo son trastos pequeños o para tu teléfono. El rollo retro llega también a los ordenadores. Desde Japón aparecieron hace unos años aquellas fundas que imitaban la carpeta Mis Documentos de Windows, con sus pixels y todo, para rizar el rizo de la guerra PC vs Mac. La funda libro hará de tu portátil una coartada cultureta cuando en realidad solo lo usas para ver Facebook y bajarte series. Y no nos olvidemos de las tabletas, que también tienen lo suyo. El accesorio más llamativo y lúdico nos lo presentaron al mundo Alaska y Mario en su reality, cuando él le regaló a ella por su aniversario uniCade, una especie de cabina para el iPad que convierte al artilugio de Apple en una máquina recreativa con la que jugar a cualquier referencia de la mítica Atari.

 

Así que no hay excusa para la nostalgia, las posibilidades de añadir y convertir nuestros modernos dispositivos en objetos de toda la vida son inmensas, y quizá un grano de arena para evitar que las máquinas acaben abduciéndonos.

Una monada disponible en muchos colores. ¿Para cuándo la marcación con rueda?

Fundas para aquellos que pisan la treintena

Polaroid new generation

Más arriba podéis ver un vídeo hecho con Lomokino, una absoluta maravilla

Retro no solo son los 80, también el Windows 95… que el tiempo no se detuvo en el 2000, amigos

La cámara de Instagram ¿realidad o ficción?

 

(Publicado en madriz.com el 13 de julio de 2012)

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