Kultura Urbana: Bailando con The Very Best y El Guincho

Los londinenses y el canario protagonizaron una noche inolvidable con sus ritmos sin fronteras.

La world music invadió Madrid el pasado jueves con la presencia de El Guincho y The Very Best dentro de la programación de Heineken Music Selector. Ninguna de las dos bandas pareció sufrir por la escasa afluencia de público y lo dieron todo para hacernos pasar una noche inolvidable, de esas en las que bailas como si no hubiera un mañana.

El Guincho llevaba un año sin tocar, y como él mismo reconoció, estaba un poco oxidado. Sin embargo la inclusión de instrumentos reales en su directo, a cargo del bajista y el guitarrista de Extraperlo, le dio un aire diferente a sus canciones buenrollistas, reinterpretando con gran acierto algunos de sus hits (‘Palmitos Park’, ‘Kalise’) y avanzando algunas perlas de lo que será su próximo trabajo, que promete ser más orgánico y que en directo sonaba más a Radio Futura o Golpes bajos que a tradicionalismo africano. El cierre con un tema nuevo de estribillo misterioso (‘Eres una voz en mi habitación’) fue celebrado con saltos y bailes demoledores.

Pero la corta actuación del canario se vio un poco ensombrecida por lo que vino después. Los multiculturales The Very Best, con base en Londres y con miembros de reino Unido, Malawi y Suráfrica, ofrecieron uno de esos shows sudorosos, sin un solo momento de descanso con su mezcla explosiva de rap, música africana, reggaeton, dub y pop luminoso. La interacción con el público era constante, casi excesiva, invitando a cantar a las primeras filas, dirigiendo coros en cada tema e incluso dejando subir a una multitud al escenario hacia el final del concierto. Repasaron temas de su mixtape y de ‘Warm Heart of Africa’, como su célebre reinterpretación del ‘Paper Planes’ de M.I.A., que fue la segunda canción, su colaboración con Ezra de Vampire Weekend o el sorprendente remix de ‘Ambling Alp’ de Yeasayer. El final con ‘Will you be there’ de Michael Jackson, con los móviles en alto a petición de la banda y el movimiento de brazos en señal de buena onda fue el mejor final de fiesta que podíamos imaginar después de hora y media de intenso baile.

Fotografías de Guillermina Ortega

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Aparecido en kulturaurbana.com el 28 de abril de 2010

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