Kultura Urbana: Lección de noise en Madrid
Sonic Youth se dan un baño de multitudes haciendo lo que mejor saben: ruido.
Teníamos ganas de ellos. Desde 1999 Sonic Youth no pisaban una sala en Madrid, nos habíamos tenido que conformar con verlos en festivales. Esa sensación de tenerlos para ti solito, en un ambiente lleno de fans, y con un repertorio adaptado es impagable. Además, el cuarteto americano nunca baja de forma y su constante búsqueda y experimentación es un aliciente más que suficiente para acercarse a verlos.
En el primer concierto programado para esta semana en Madrid ofrecieron un show especial, en el que no tuvieron cabida sus últimos discos, en beneficio de los clásicos. A pesar de tratarse de causas de fuerza mayor por la ausencia del nuevo bajista Mark Ibold, que tenía compromiso con Pavement en Coachella, los admiradores de siempre agradecimos poder presenciar un concierto casi único. Ahí estaban los cuatro, solos por vez primera en mucho tiempo, y no defraudaron. Cualquiera de los allí presentes se habría ido a casa con una sonrisa de oreja a oreja con los cuatro primeros temas, que fueron, del tirón y sin avisar, ‘Schizophrenia’, ‘Bull in the heather’, ‘100%’ y ‘Hey Joni’, pero tenían muchos más cartuchos por quemar. Por ejemplo, la locura se instaló en la sala con ‘Death Valley ’69’, una de sus canciones más crípticas, o con ‘Silver rocket’, nada habitual en sus directos. Sin embargo, no todo fueron luces en el concierto. Los dos bises no estuvieron a la altura, dejaron para el final temas demasiado ruidistas.
Más allá de la música, Thurston Moore no dejó escapar la oportunidad de hacer una de sus extrañas bromas, anunciando que la última canción era una versión y diciendo que se iban a cambiar el nombre por el de Shrinking Zebra. Por su parte, Kim Gordon avisó: quién quisiera escuchar alguna canción de ‘The Eternal’, su último artefacto, tendría que volver al día siguiente. La banda se fue satisfecha y agradecida, y apostaría algo a que no tardarán tanto en volverse a dejar caer por estas tierras. Desde luego, el sold out lo tienen asegurado.
Aparecido en Kulturaurbana.com el 22 de abril de 2010